¿Y tu, con qué cultura te identificas?

Este blog forma parte de SERPIENTE ESPECTRAL ROJA, y está dirigido a los amantes de la naturaleza, las culturas y religiones que como culto, adoraban a los elementos de la naturaleza, esas que nunca deben de caer en el olvido.

sábado, 5 de diciembre de 2009

LA CULTURA ORIENTAL CHINA


El Gran Buda de Leshan

El nacimiento de la civilización china sobre el escenario de Zhong Guo, la “Tierra del Centro” o “Reino Central”, que después de un largo tiempo se pasó a llamar China, sucedió cuando Nu Wa, Fu Xi, y Shen Nong, lo tres primeros emperadores divinos designados por Pangu, creador del Cielo y la Tierra, bajaron del Cielo para guiar a la humanidad.

Nu Wa, la primera emperatriz divina, coincidiendo con todos los relatos de la creación del hombre en las distintas culturas y épocas, creo a los seres humanos del barro usando tierra amarilla moldeándolos a su propia imagen. Ella impartió a los nuevos seres una forma correcta de comportarse, ya que fueron creados a semejanza de los dioses y entonces los humanos definitivamente no podían actuar como animales.

Luego Fu Xi, estableció un sistema de gobierno y enseño a los chinos a pescar y criar ganado, y también a como hacer símbolos para generar registros. Pero el conocimiento más importante que Fu Xi dejó a la descendencia china fueron los Ocho Diagramas, que fueron usados para entender las mentes de los Dioses y clasificar los sentimientos de todo en el mundo. En base a esto mas tarde se escribió el Libro de los Cambios también conocido como I Ching. Los Ocho Diagramas son una herramienta de comunicación entre el cielo y el pueblo chino. Durante todas las dinastías, los emperadores siguieron los fenómenos astronómicos observados, o las disposiciones del cielo para gobernar sus súbditos y país.

El tercer monarca divino fue Shen Nong, él bajó a enseñar a la gente a elaborar herramientas para la agricultura y a cultivar alimentos. También elaboró el Compendio de Materia Médica, un libro donde enumera a todos los animales, verduras y otros productos naturales a los cuales se les atribuye propiedades medicinales. Desde entonces, China comenzó a practicar la medicina tradicional. Todo el desarrollo médico subsiguiente en la medicina tradicional china está basado en este compendio.

La etapa de la historia china de los tres emperadores divinos implica que durante un período especial de tiempo los Dioses coexistieron con los seres humanos y directamente impartieron la civilización a los humanos. Esto demuestra, que la base fundamental de la civilización china es el respeto por el cielo, así como también seguir las normas y leyes del mismo.

Ilustración de Huan Di.


Los Hijos del Emperador Amarillo

Huan Di, mas conocido como el Emperador Amarillo, nace al mundo luego de que los dioses nutrieran a la civilización humana, fue el responsable de la transición de una cultura conducida por Dioses a una cultura conducida por el hombre.

Con la llegada de este emperador se desarrolló el lenguaje chino escrito, y la era de una cultura conducida por el hombre comenzó. El pueblo chino ha avanzado despacio hacia la presente civilización, con creaciones e invenciones que enriquecieron la cultura del hombre. La base de la civilización china fue construida durante esta época, donde el Emperador Amarillo estableció la ley y el orden, reclutó gente virtuosa y sabia para gobernar, adoró al Cielo y a la Tierra en la cumbre y en la base de las altas montañas y así gobernó China. Varias invenciones, como símbolos, medicinas, calendarios lunares, matemáticas, instrumentos musicales, cerámica y hasta los hilos del gusano de seda fueron desarrollados en ese tiempo.

Según archivos históricos desde el año 2.698 a.C., durante los cien años que el Emperador Amarillo reinó, no había robos o peleas en las calles. Las personas eran amables, contenidas y muy consideradas los unos con los otros. La gente en China vivía en armonía. El tiempo era favorable a los cultivos, y el pueblo tenía buenas cosechas cada año. Esta es la síntesis de una era próspera cuando “el Tao gobernó China y la gente vivió en un mundo humano divino”. Esta es la razón por la cual las generaciones subsiguientes reverenciaron al Emperador Amarillo como el antepasado de la humanidad.

En el año 2.598 a.C., el Emperador Amarillo construyó un gran buque al pie del Monte Qiao. Al momento que el buque estaba terminado, una grieta apareció en el cielo y un dragón dorado descendió para ir a buscarlo. El Emperador Amarillo y más de setenta funcionarios de la corteza real, montados en el dragón dorado, se elevaron al cielo a la luz brillante del día, y alcanzaron la perfección espiritual. Decenas de miles de personas vieron esta escena sagrada y magnífica con sus propios ojos. Con gran sobrecogimiento y anhelo, los funcionarios y personas restantes sepultaron las ropas del Emperador Amarillo en el Monte Qiao, que hoy es el monumento al Emperador Amarillo en la provincia de Shanxi.

El Emperador Amarillo mostró a la gente china que el hombre podría también retornar al cielo por medio de la cultivación. Desde entonces, el cielo representa el mundo de los Dioses para los chinos. También han aprendido que los Dioses crearon al hombre, que el hombre vino del cielo, y que el hombre podría retornar finalmente al cielo a través de buscar el Tao.

El pueblo chino cree inevitablemente que el único canal de comunicación entre el hombre y Dios es por medio de mejorarse a si mismo, cultivando el corazón de acuerdo al Tao. “El hombre sigue a la Tierra, la Tierra sigue al Cielo, el Cielo sigue al Tao, y el Tao sigue lo que es natural”(*). La sabiduría de unidad entre el cielo y la humanidad corre por las venas de la cultura china. El ser humano se integra con el cielo y la Tierra, y existe en mutua dependencia con ellos. El Tao del universo no cambia. El universo marcha de acuerdo con el Tao en un orden natural. La Tierra sigue los cambios del cielo. Al seguir el orden natural del cielo y la Tierra, la humanidad disfruta de una vida de gratitud y bendiciones. Entonces, para los chinos, la astronomía, la geografía, el calendario, la medicina, la literatura y hasta las estructuras sociales siguen este principio.

Aunque el pueblo chino ha sufrido numerosas invasiones y ataques a lo largo de su historia, su cultura tradicional siempre manifestó una gran resistencia y energía, y su esencia continuó transmitiéndose a través de las generaciones. A través de los siglos siempre hubo personas que buscaron el Tao y las distintas dinastías se rigieron por el Tao. A los ojos del pueblo, el emperador es el “hijo del cielo”; el cielo está sobre él. Si éste era inmoral —no iluminado por el Tao—, el pueblo podía levantarse y derrocarlo.

Con estos principios rectores, la cultura china encarnó la honestidad, la amabilidad, la armonía y la tolerancia. Es así, que a lo largo de la historia china las personas ponían gran atención en controlar la respiración y en limpiar su corazón, toda la gente de todas las edades y profesiones estaban en este estado.

Fue solo hace poco mas de 50 años que un terror rojo traído de occidente inundó a fuerza de violencia, mentiras y miedo en la mente y corazones de la gente china, intentó destruir el alma de esta nación y “revolucionar” la cultura china para exterminar su espíritu. Así alzo su bandera de “Batalle con el cielo, pelee contra la tierra, combata a los seres humanos: vivirá en eterna dicha”; la doctrina marxista es "la verdad inquebrantable" y el Partido es siempre “grandioso, cargado de gloria y está en lo correcto”. China parece haber perdido sus lazos con el Cielo.

Pero 50 años es solo una gota en el océano de los 5000 años de historia China. Hoy estamos viviendo esta gran época, donde el pueblo chino se está despertando y animando a romper con las mentiras y el odio para así resurgir la verdad y la bondad ¡de una civilización que es dinámica, mágica, misteriosa, profunda y eterna!

*El autor del artículo, cita un pasaje del libro Dao De Ping (Tao-Te Ching), El libro del camino y la virtud, escrito por Lao Zi (Li Er o Li Dan), fundador de la escuela Taoísta que vivió en el siglo VI a. C. “Lao” significa vejez y gran virtud, y “Zi” es un título de alabanza utilizado en tiempos antiguos.

Texto íntegro extraído de La Gran Época.com

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